- El candidato presidencial apareció ayer en un camión de basura con su apellido y el lema MAGA, luego de controversia por declaraciones sobre Puerto Rico
AGENCIAS
ESTADOS UNIDOS
Aun en el marco de una campaña electoral que ha resultado extraña, los últimos cuatro días han sido inéditos.
Todo comenzó el domingo, cuando Donald Trump llenó el Madison Square Garden, la icónica arena neoyorquina.
El mitin debía ser una muestra de fuerza en una ciudad en la que el empresario siempre se ha sentido desdeñado, donde la élite económica no ha sido rápida en admitirlo en lugares exclusivos como los clubes de golf, cosa que él evidentemente resiente.
En términos de asistencia, el acto fue un éxito. Sin embargo, la nota no fue esa sino varias expresiones discriminatorias, como la del comediante Tony Hinchcliffe, uno de los oradores invitados, quien dijo que Puerto Rico era “una isla de basura flotando en medio del océano”.
Parecía que Trump terminaría la campaña en medio de esa polémica, justo cuando no podía prescindir de los votos de la numerosa comunidad puertorriqueña en Pensilvania, un estado clave para ganar la elección. Durante dos días, el aspirante republicano fue señalado como “racista”, “nazi”, “fascista” y “hitleriano”, entre otros calificativos.
Trump, a bordo de un camión de basura.
Sin embargo, la noche del martes, en una transmisión por Zoom para la organización Voto Latino, el presidente Joe Biden tuvo una expresión que volteó por completo la discusión. “La única basura que yo veo son sus simpatizantes”, pareció decir Biden.
La frase no era muy clara, pues la dijo en medio de su característico tartamudeo. Al día siguiente, la Casa Blanca quiso aclarar que el mandatario dijo algo distinto. Según la oficina presidencial, había un apóstrofo silencioso en las palabras de Biden que cambia el sentido. Según esto, afirmó que la única basura que veía era “la de su simpatizante”.