Por donde se le mire, la detención de Ismael “El Mayo” Zambada junto con uno de los hijos del “Chapo” Guzmán (Joaquín Guzmán López) en El Paso, Texas, es un formidable triunfo político para el presidente Joe Biden y su candidata a sucederlo Kamala Harris. Pero en contrapunto es un bombazo que cimbró al gobierno de López Obrador.
Más allá de si el Mayo se entregó, lo capturaron, pactó o fue traicionado, lo interesante será saber lo que diga a las autoridades norteamericanas sobre los gobernadores, diputados, senadores, alcaldes, militares y ex presidentes que han estado por años en la nómina del Cartel de Sinaloa.
En el caso concreto de Veracruz, ¿a cuántos políticos y politicastros embarrará el señor? Digo, porque más de un legislador, ex legislador o ex gobernador veracruzano, aparecerá con claridad en las declaraciones del capo. Declaraciones que sostendrá con datos duros.
Sobre las detenciones (capturas, pactos o lo que hayan sido) hay que subrayar que las llevaron a cabo autoridades norteamericanas en territorio nacional, sin enterar para nada al gobierno mexicano.
De acuerdo a lo que dijo en Palacio Nacional Rosa Icela Rodríguez, titular de Seguridad Pública, el gobierno de nuestro país se enteró de los hechos siete horas después mediante una llamada que le hizo la embajada de Estados Unidos “pero nosotros no sabíamos nada, no participamos en las capturas, no nos dijeron nada”.
¿Y qué dijo el presidente López Obrador? Nada; se concretó a hablar del programa Sembrando Vida, apenas le dedicó unos segundos al caso Zambada y no dijo ni media palabra sobre la soberanía mancillada.
Y en este punto me quiero detener. Casi todo su sexenio Andrés Manuel se la ha pasado diciendo que nuestro país ya no es colonia de nadie, que no somos tierra de conquista y (en velado mensaje a Estados Unidos) que defenderá nuestra soberanía ante los ataques de cualquier nación por poderosa que sea.
¿Y qué pasó?
Es importante subrayar que las detenciones le pavimentan el camino rumbo a la presidencia a Kamala Harris y le callaron la boca a Donal Trump, que como argumento de su campaña asegura que Joe Biden ha sido pasivo con los cárteles mexicanos. Pero por otro lado, le pararon los pelos a decenas (quizá cientos) de políticos y militares mexicanos. Y entre ellos a más de un politicastro veracruzano.
¿Cuántos tuvieron que recurrir anoche al Diazepam para conciliar el sueño? ¿Cuántos padecieron taquicardias o arritmias cardiacas? ¿A cuántos les subió y les bajó la presión casi al mismo tiempo? ¿Cuántos sufrieron ataques de ansiedad compulsiva?
Tarde o temprano, pero lo sabremos.