- Están deteniendo a quienes realicen abortos
AGENCIAS
COREA DEL NORTE
Mientras que en Corea del Sur, buscan revertir la baja natalidad con incentivos, las autoridades de Corea del Norte, en un intento por aumentar la tasa de natalidad, han intensificado las sanciones contra médicos que realizan abortos y comerciantes que distribuyen anticonceptivos, según un reciente informe.
El medio Radio Free Asia informó que varios profesionales de la salud han sido arrestados y sentenciados a prisión por llevar a cabo abortos clandestinos, mientras que los vendedores de anticonceptivos también han sido objeto de medidas represivas.
Una fuente médica en la provincia de Ryanggang, que pidió no ser identificada por razones de seguridad, reveló que un jefe del departamento de obstetricia y ginecología en un hospital del condado de Paegam fue llevado a juicio por practicar abortos en su domicilio, según Radio Free Asia. El caso más grave involucró la muerte de una mujer tras un procedimiento abortivo, lo que resultó en una sentencia de cinco años de prisión para el médico. El juicio tuvo lugar en un hospital universitario, en una sala de conferencias.
La caída de la tasa de fertilidad en Corea del Norte ha sido alarmante. El Fondo de Población de las Naciones Unidas estima que el índice de nacimientos por mujer descendió a 1.8 en 2023, muy por debajo del 2.1 necesarios para mantener estable la población. Ante esta situación, el gobierno ha lanzado una campaña para revertir la tendencia y reforzar el control sobre los nacimientos.
Otro caso relevante es el de una ginecóloga del condado de Unhung, también en Ryanggang, quien fue condenada a tres años de cárcel por realizar abortos ilegales en 2021. Según la fuente, esta doctora llevaba a cabo hasta tres abortos por día en su propio hogar, cobrando 30 mil wones norcoreanos (aproximadamente 33 dólares / 700 pesos mexicanos) por cada procedimiento, una suma que equivale al salario promedio mensual en el país.
“Normalmente, los médicos van a las casas de las mujeres para realizar los abortos y evitar dejar rastros, pero estos dos médicos tenían equipo instalado en sus propias casas”, explicó la fuente anónima.
El jefe del departamento de Paegam estaba cerca de su jubilación, mientras que la ginecóloga de Unhung tiene dos hijas adolescentes que aún están en la escuela secundaria. La represión no solo afecta a los médicos, sino también a los vendedores de anticonceptivos.
Según otra fuente citada por Radio Free Asia, dos comerciantes de anticonceptivos en la ciudad de Hyesan fueron despojados de sus puestos en julio. A finales de agosto, otras tres personas recibieron fuertes multas y se les prohibió volver a vender en el mercado. Esta medida es parte de un esfuerzo gubernamental más amplio para desalentar cualquier actividad que obstaculice el aumento de nacimientos en el país.
Desde hace décadas, el aborto ha estado prohibido en Corea del Norte, con regulaciones más estrictas implementadas durante la “Ardua Marcha”, un periodo de severa hambruna y crisis económica que afectó al país entre 1994 y 1998. Las autoridades justifican estas políticas como esenciales para la supervivencia de la nación, que sigue lidiando con problemas demográficos y económicos.
En su discurso durante el Congreso Nacional de Madres a finales del año pasado, el líder norcoreano Kim Jong-un destacó la baja tasa de natalidad como uno de los principales retos sociales del país. Llamó a las mujeres a “hacer su parte” para revertir la situación, instándolas a contribuir al incremento de la población.
A nivel regional, Corea del Norte no es el único país enfrentando una crisis de natalidad. La tasa de fertilidad en Rusia es de 1.4 nacimientos por mujer, en Japón de 1.2, y en Corea del Sur ha alcanzado un mínimo histórico de 0.72. Sin embargo, el impacto de la baja natalidad en Corea del Norte es aún más significativo debido a las restricciones económicas internacionales, que dificultan el acceso a maquinaria avanzada y tecnología, haciendo al país más dependiente del trabajo manual.