- Desde las Leyes de Reforma, México no había experimentado una transformación tan profunda por la democracia, los derechos, la justicia social y la soberanía, dijo el Legislador
REDACCIÓN
VERACRUZ, VER
¡Hasta siempre, Presidente! Veracruz le agradece todo el amor que dio a México; esta es su tierra y este es su pueblo que nunca le olvidará, porque no hay Presidente en la historia contemporánea del país que haya hecho tanto por su gente, por los derechos, la justicia social y la soberanía nacional, afirmó el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), del Congreso local.
“Esta es la última visita de un gran Presidente y de un extraordinario ser humano; la conclusión de su mandato genera en el pueblo sentimientos encontrados: hay llanto, porque ya deja la Presidencia de México, pero también hay una profunda alegría en el corazón por haber respaldado el primer piso de esta transformación y las reformas constitucionales impulsadas por Andrés Manuel López Obrador”, resaltó.
Veracruz es su casa y es su pueblo, destacó, porque el presidente López Obrador siempre estará en el corazón de la gente; se le agradece tanto amor a México y en especial a Veracruz, nuestro estado, donde su mano se sintió en importantes obras de infraestructura carretera, energética, portuaria, ferroviaria, en el campo y en el bienestar de millones de familias.
La inauguración de la Casa Museo de don Benito Juárez y el Centro Cultural Leyes de Reforma, en la ciudad y puerto de Veracruz, donde la gente volcó su cariño en porras y aplausos, dijo, es una gran oportunidad para reconocerle que su obra trascenderá generaciones, porque es la primera vez en la historia moderna del país, que un Presidente se había preocupado tanto por los que más lo necesitan; sin duda, a la nación le está yendo bien, porque se ha atendido primero a los pobres.
Enfatizó que, precisamente, desde la promulgación de las Leyes de Reformas en el edificio remodelado y convertido en Museo en memoria del “Benemérito de las Américas”, México no había experimentado un gobierno reformista, cuyas iniciativas transformaron las estructuras gubernamentales y habían puesto al pueblo en el centro de las políticas públicas.
En tan sólo seis años, abundó, el presidente Andrés Manuel López Obrador erradicó el neoliberalismo y estableció un nuevo régimen humanista desde donde se impulsa el progreso con justicia social, los derechos, las libertades, la democracia y, sobre todo, restableció la dignidad, la identidad y la soberanía nacional.
El pueblo veracruzano, expresó, en una cálida despedida al Ejecutivo federal, entonó dos icónicas melodías, “Cielito Lindo” y “Amigo”, las cuales, sin duda, el Presidente guardará en su memoria y corazón.